
Recuerdo que era jueves porque la paella me había sentado como un tiro. Poco antes de echar el cierre entró en el negocio un joven a todas luces drogado y con una actitud muy negativa para con el mundo. Manteniendo la calma le dije a mi señora “Dolors, truca als Mossos”. El joven, tambaleándose, se bajó la bragueta, sacó su miembro y balbuceó algo así como “Viejo de mierda, me vas a comer la polla”, al tiempo que se desplomaba, inconsciente, y se orinaba sobre el piso. En vista de que la policía no hacía acto de presencia logramos sacarlo a la calle haciendo palanca con los palos de la escoba y la fregona.
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